CUATRO LEICA, FRENTE A FRENTE

Marco Cavina (texto y fotos).- Voy a dar comienzo a mi colaboración de comparativas en Objetivos Manuales con una prueba que considero muy interesante, dado que he contrapuesto los cuatro objetivos "estándar" Leica M más modernos: el Noctilux-M 50mm f/1,0, el Summilux-M 50mm f/1,4 Asph, el Summicron-M 50mm f/2 y el Elmar-M 50mm f/2,8.

El interés de la prueba reside en que la comparativa se basa, en esencia, sobre pruebas prácticas a distancias cortas, puesto que me parece que se trata del uso más frecuente en el "mundo real", en contraste con la optimización de fábrica, realizada por lo común a infinito. A continuación, he realizado un disparo a f/5,6, a una distancia unas 300 veces la longitud focal (que es la equivalente a infinito), para testarlos en condiciones "estándar" normales.

CRITERIO DE LA PRUEBA

La prueba se ha realizado en condiciones reales, simulando al máximo los hábitos corrientes del usuario medio. Para ello, se ha utilizado película Fujichrome Velvia 100 cargada en un cuerpo MP totalmente nuevo, "desvirgado" para la ocasión, evitando así el riesgo de disparar con una máquina no ajustada a la perfección.

El aparato se montó sobre un trípode de gran estabilidad, y el enfoque se realizó con la máxima precisión accesible a una agudeza visual normal; los eventuales errores de enfoque no desmerecen la prueba, desde el momento en que los límites visuales del telémetro M son los mismos para todos los usuarios.

Las diapositivas obtenidas fueron digitalizadas con un escáner Nikon Coolscan empleando el programa Lasersoft Silverfast, sin ningún retoque y realizando el enfoque micrométrico en el punto elegido como ejemplo para cada diapositiva, con lo que se han conjurado posibles desenfoques durante el procesado. No se ha utilizado ninguna máscara de contraste (sharpening) ni en Silverfast ni en Photoshop, con el fin de excluir cualquier "mejora" extraña y mostrar el rendimiento final tal y como es, para lo bueno y para lo malo. La iluminación consistió en dos antorchas de flash AEF, montadas sobre sendos paraguas difusores.

Durante el revelado, se ha bloqueado la opción ICE que permite clonar automáticamente arañazos y polvo, evitando así la aparición de artefactos imprevisibles, y los detalles aparecen "sucios" de manera natural, tal y como llegaron del original procesado por un laboratorio profesional, a estas alturas orientado por completo hacia un entorno digital y poco propenso a preservar las características propias de la película química.

Por último, señalar que el carrete se cargó en el último momento, asegurándonos con la palanca de arrastre que la película se mantenía perfectamente plana y disparando en una secuencia rápida para no dar tiempo a que el cargador imprimiera su "marca", detalle éste desconocido y menospreciado que, sin embargo -como demuestran escrupulosos análisis internos de Zeiss- deforman la película provocando alteraciones en la uniformidad del plano focal de unas micras.

PRINCIPIO INFORMATIVO DE MIS PRUEBAS

Facilito a continuación los números de serie de los aparatos utilizados, de modo que las imágenes y conclusiones subsiguientes deben considerarse válidas únicamente en relación a estas unidades en concreto; naturalmente, es razonable suponer que cuanto sigue es extensibile a toda la producción análoga, pero no soy tan arrogante o ingenuo como para darlo por descontado, algo que en cambio sí sucede en muchas pruebas parecidas. Son los siguientes:

Leica MP n° 2.890.952
Leica Noctilux-M 50mm f/1,0 n° 3.533.952
Leica Summilux-M 50mm f/1,4 Asph n° 3.979.654
Leica Summicron-M 50mm f/2,0 n° 3.588.507
Leica Elmar-M 50mm f/2,8 n° 3.692.341


Los objetivos probados en esta ocasión : a mis Leica estándar se ha añadido el Summilux 50mm f/1,4 Asph facilitado amablemente por mi amigo Emmnuele. Para los disparos se ha utilizado la Leica MP lacada de la foto, nunca usada anteriormente y, por tanto, razonablemente bien regulada; el Summicron-M pertenece a la penúltima serie con parasol extraíble, aunque el núcleo óptico es idéntico al de la versión habitual.


Dos "look" diametralmente opuestos: la clásica Leica M6 cromada con el pequeño Elmar retráctil, fácil de llevar en un bolsillo, y la crepuscular MP lacada en negro con el impresionante Noctilux f/1,0.

LÓGICA DE LAS PRUEBAS

Para todos los objetivos se ha realizado una serie inicial de disparos a un metro de distancia con un motivo central enfocado y otros tres ubicados fuera de foco, empezando por la máxima apertura y diafragmando progresivamente por pasos completos hasta f/2,8 (obviamente, en el caso del Elmar-M sólo se ha realizado un disparo a f/2,8), efectuando luego una última exposición a f/5,6 entendido como ajuste de rendimiento óptimo.

A continuación se ha realizado un disparo en exterior a f/5,6 con el enfoque a unos quince metros y, por último, una tercera serie de disparos a un motivo geométrico con unas hojas de periódico colocadas a 2,3 metros para visualizar la resolución en el centro y en las esquinas, el viñetado y la distorsión. En este caso, se realizó un disparo a plena apertura y otro a f/5,6.

LÓGICA DE LAS IMÁGENES REPRODUCIDAS


De la primera serie de disparos para cada objetivo sometido a prueba, se ha realizado un recorte al 100% del motivo central enfocado; en la segunda, se aportan tres recortes al 100%, uno del punto enfocado y otro, del área periférica; en la tercera, se reproduce una visión global del disparo a plena apertura, para evaluar el viñetado y la distorsión, y sendos recortes (uno del centro y otro, periférico) de las páginas del periódico (tanto a plena apertura como a f/5,6) para someter a examen la resolución, al verse ésta severamente comprometida por el viñetado. Esta última serie, realizada a 2,3 metros y equivalente a una distancia equivalente a 46 veces la focal, coincide con el teórico ajuste a infinito.


El informal bodegón dispuesto en cada de mi amigo Emanuele. Para cada uno de los objetivos y cada uno de los diafragmas, he seleccionado un detalle del coche (la rueda delantera, enfocada).

PRIMERA PRUEBA: RENDIMIENTO A GRANDES APERTURAS (A 1 M.)

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/1,0


El rendimiento a a f/1,0 no es para tirar cohetes, aunque puede considerarse bueno para su enorme apertura, si bien hay que destacar que nos encontramos en el centro del fotograma, donde el Noctilux muestra un pico de rendimiento, para luego caer en el resto.

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/1,4


SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/1,4


El Summilux Asph f/1,4 a plena apertura presenta una resolución axial muy buena, mientras que paradójicamente el Noctilux empeora visiblemente respecto a f/1,0. Ello se explica porque, a distancias cortas, este objetivo sufre un apreciable desplazamiento de foco debido a una aberración esférica poco corregida (técnicamente, "back focusing"), penalizando mucho el rendimiento. En este caso, la comparación con el Summilux no tiene color.

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/2,0


SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/2,0


SUMMICRON-M f/2,0 @ f/2,0


A f/2,0 y un metro de distancia, el rendimiento del Noctilux sigue viéndose comprometido por el desplazamiento de foco, mientras que el Summilux Asph. mejora de una forma acusada proporcionando una imagen muy buena y contundente, probablemente ayudado por su exclusivo sistema de enfoque flotante que, a distancias cortas, marca la diferencia; el elemento asférico situado inmediatamente después del diafragma también contribuye a controlar la aberración esférica, anulando los problemas de desplazamiento de foco de los que adolece el Noctilux. En su debut a plena apertura, el Summicron-M f/2,0 confirma su fama de excelencia con un contraste inferior al Summilux pero un rendimiento final igual si no superior, como se percibe en los adhesivos "Campagnolo" y "Fiat": así, este objetivo se muestra como la elección genérica más indicada, si además tenemos en cuenta su coste relativamente contenido.

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/2,8


SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/2,8


SUMMICRON-M f/2,0 @ f/2,8


ELMAR-M f/2,8 @ f/2,8


A f/2,8 y un metro de distancia, el Noctilux continúa padeciendo un apreciable desplazamiento de foco, proporcionando un rendimiento insatisfactorio. A f/2,8 el Summilux Asph mejora de manera marginal, aunque presenta un contraste algo por encima que el Summicron f/2,0. Éste último tiene una resolución de los detalles finos ligeramente superior y una filosofía de optimización muy distinta. El objetivo que sorprende es el Elmar-M 50mm f/2,8, que en su debut a plena apertura se revela como el más nítido del lote, aunque levemente penalizado en el contraste por un levísimo "flare" de coma. La prestación de este Tessar de sólo cuatro lentes es realmente mayúscula, y confirma la opinión que considera este modelo óptico muy adecuado para las tomas próximas; no por azar, Zeiss Ikon eligió precisamente el Tessar 50mm f/2,8 como complemento estándar de su Contarex Special, de visores intercambiables, declaradamente orientada a la reproducción...

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/5,6


SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/5,6


SUMMICRON-M f/2,0 @ f/5,6


ELMAR-M f/2,8 @ f/5,6


En el diafragma óptimo, el Noctilux mejora ligeramente sólo gracias a la profundidad de campo, quedando en cualquier caso por detrás, mientras que los demás objetivos, muy correctos ya a f/2,8, mejoran de manera marginal, confirmando la optimización de escuela Zeiss en el contraste del Summilux y una mayor atención a la resolución final en los casos del Summicron y el Elmar. Sigue siendo notable el rendimiento del más económico de los cuatro objetivos, aunque ligeras imprecisiones de su diafragma efectivo tienen como resultado una diapositiva más "clara", lo cual nos impide pronunciarnos de manera objetiva sobre el contraste.

SEGUNDA PRUEBA: RENDIMIENTO A f 5,6 (A 15 M)


Vista de conjunto de la segunda prueba, un disparo a f/5,6 (considerado en todos los casos como diafragma óptimo, aunque el Elmar f/2,8 mejora ligeramente a f/8) con enfoque en el cuadrado central, situado a unos quince metros de distancia; se analizarán los detalles al 100% contenidos en los tres recuadros verdes.

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/5,6


SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/5,6


SUMMICRON-M f/2,0 @ f/5,6


ELMAR-M f/2,8 @ f/5,6


A infinito, nos encontramos en todos los casos con objetivos óptimos, aunque el Noctilux manifiesta una resolución ligeramente inferior. En el plano flocal, a f/5,6 el Summicron f/2,0 muestra una resolucion superior, mientras que el Elmar se equipara al Summilux Asph, sin duda ayudado por una apertura máxima inferior de dos puntos, lo cual ha simplificado enormemente sus fórmulas. En el tercer motivo, fuera de foco, el más resolutivo es el Summilux Asph, mientras que el Summicron queda inexplicablemente muy atrás. Temiendo un desenfoque durante la digitalización, analicé la diapositiva y debo confirmar el comportamiento del 50mm f/2,0, el cual probablemente a esta distancia experimenta una degradación del fondo más perceptible que los otros. Globalmente, el objetivo que sigue sorprendiendo es el Elmar-M 50mm f/2,8 "new", que supone un paso adelante respecto a su predecedor de finales de los años 50 y se muestra en disposición de plantar cara a plena apertura a sus más reputados y caros hermanos. (Las eventuales discontinuidades de exposición se explican por nubes pasajeras).

TERCERA PRUEBA : RENDIMIENTO A 2,3 M


El tercer motivo consiste en una rejilla regular que puede poner de manifiesto una eventual distorsión óptica de los objetivos analizados y que fue iluminada con dos paraguas para visualizar el viñetado, tradicional talón de Aquiles de los objetivos Leica M, en virtud del reducido diámetro de su montura. Se muestran recortes al 100% correspondientes a las zonas marcadas en verde, tanto a la máxima apertura disponible como a f/5,6 para poder apreciar tanto la resolución como el viñetado en la brillantez y legibilidad de las imágenes. La distancia de la toma de 2,3 metros, equivalente a 46 veces la focal, permite considerar los objetivos ya en términos de infinito.


En la vista de conjunto a plena apertura se confirma que en los Leica-M de focal estándar, el viñetado es proporcional al aumento de la luminosidad disponible, bordeando en el caso del Noctilux umbrales embarazosos, mientras que el Elmar-M podría comportarse mejor, limitado probablemente por el reducido diámetro de su lente frontal. En lo que respecta a la distorsión, el Noctilux se coloca de nuevo como farolillo rojo, con una distorsión de barril muy apreciable, mientras que el Summilux Asph confirma la sofisticación de su esquema óptico con una distorsión "moustache", caracterizada por una distorsión de barril en el área central que se transforma aparatosamente en distorsión de cojín en los extremos. No me acaba de convencer esta elección, que si por un lado reduce los valores absolutos, por otro arroja una distorsión anormal y aún más perceptible en los motivos geométricos. Claramente más correctos son los dos estándar menos extremos, es decir, el Summicron f/2,0 y l'Elmar f/2,8: ambos muestran un levísimo atisbo de distorsión de barril, virtualmente despreciable en el caso del correctísimo Summicron.

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/1,0


Con una apertura tan amplia, el Noctilux no puede hacer milagros, aunque sobre todo es su agudo viñetado el que penaliza severamente la legibilidad de los extremos de la imagen.

SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/1,4


La imagen que brinda el Summilux Asph es mucho más contundente, tanto por su apertura máxima como por la ayuda del enfoque flotante: su mayor corrección, una curvatura de campo más reducida y el menor viñetado permiten apreciar el área periférica con un contraste infinitamente superior.

SUMMICRON-M f/2,0 @ f/2


Auxiliado por su apertura máxima a f/2, el Summicron-M evidencia una limpieza y una resolución muy superior a los anteriores objetivos analizados, confirmando la fama de este objetivo ya a plena apertura.

ELMAR-M f/2,8 @ f/2,8


El Elmar-M, a la máxima apertura disponible de f/2,8 se comporta muy bien en el centro, con una resolución ligeramente superior al Summicron (el cual, sin embargo, fue testado a f/2,0), aunque sacrifica algo de contraste por un leve "flare" de coma presente en toda la apertura, mientras que las zonas periféricas se muestran inferiores a las del Summicron, el cual a f/2,0 se confirma como el mejor posicionado (recuerdo que no se ha aplicado máscara alguna de contraste, ni durante la digitalización ni durante el tratamiento con Photoshop).

NOCTILUX-M f/1,0 @ f/5,6


SUMMILUX-M f/1,4 Asph @ f/5,6


SUMMICRON-M f/2,0 @ f/5,6


ELMAR-M f/2,8 @ f/5,6


A f/5,6 el Noctilux-M confirma su vocación para las distancias medias y cortas (aunque 2,3 metros ya es casi equiparable a infinito...) presentando una resolución inferior, quizás debida de nuevo al desplazamiento de foco asociado al diafragmado, ya constatado y confirmado en otros lugares.

En las zonas centrales, el Elmar-M, diafragmando sólo dos puntos, presenta tal vez la resolución más alta, aunque con un contraste penalizado con un atisbo de "veiling-glare" (el cual desaparece por completo a f/8), un comportamiento inesperado en un tipo Tessar. El Summicron se sitúa prácticamente al mismo nivel, con un contraste más acusado, mientras que el Summilux-M Asph es apenas un poco más "fuzzy"; se confirma su comportamiento en las zonas periféricas, con una reducción apreciable de la resolución, ayudado tal vez por la curvatura de campo, habitualmente "sacrificada" en el proyecto Leitz en beneficio de otros parámetros.

CODA: RENDIMIENTO AL CONTRALUZ

He querido constatar los avances introducidos por Leica en el tratamiento anti-reflejos y de la distorsión de barril realizando un disparo con el moderno Summilux Asph en un contexto de alto contraste, manifestándose halos en un motivo perfilado.


Recorte al 100%


A continuación, reproduzco a título informativo los esquemas ópticos y las MTF oficiales de los objetivos testados; las MTF están calculadas de manera teórica y referidas a enfoque a infinito.



CONCLUSIONES

Concluyo pidiendo disculpas por el evidente carácter "artesanal" de las pruebas, si bien he tratado de evitar errores sistemáticos o anomalías "random" que pudieran comprometer su validez. Como ya se ha dicho, las pruebas se han realizado sobre todo a distancias medias y cortas, aunque los objetivos hayan sido optimizados a infinito, por la sencilla razón de que nuestros motivos fotográficos habituales, en el mundo "real", caen en la inmensa mayoría de los casos en este radio, sobre todo en lo que concierne a los superluminosos. ¿Quién trataría de tomar una fotografía a f /1,0 de un paisaje a oscuras, cuando puede usar un trípode o cualquier otro apoyo improvisado, y disparar a un diafragma óptimo? Por el contrario, es en el reportaje y en el retrato próximo de sujetos espontáneos y en movimiento cuando estas aperturas se vuelven productivas, con lo que queda avalado el criterio básico de esta comparativa.

Por lo que he podido comprobar con las unidades probadas, el Noctilux-M padece los efectos de la edad y de un diseño de compromiso con un esquema rígido y desprovisto de elementos asféricos, añadiendo a la debilidad intrínseca de las zonas periféricas un visible desplazamiento de foco al diafragmar (provocado por la aberración esférica). El más reciente Summilux-M f/1,4 Asph parece haber resuelto los problemas de "back-focusing" que sufría su predecesor, así como la debilidad de los bordes, erigiéndose en un objetivo luminoso válido para uso general, aunque a un coste desorbitado.

El Summicron-M confirma lo que ya se sabía, es decir, una óptima corrección general, especialmente a plena apertura, que le permiten ofrecer el mejor equilibrio entre prestaciones de primer orden y precio más o menos asequible. Por último, hay que destacar la sorpresa del Elmar, recibido en su momento como una "cenicienta" sin duda hermosa pero con las limitaciones típicas de su predecesor de cuatro lentes, inferior a los reputados Summicron... Las pruebas de campo, sin embargo, demuestran que la nueva fórmula, que adopta un vidrio con un índice de refracción superior a 1,8, proporciona un rendimiento muy bueno, a la altura de sus compañeros, pudiendo ser utilizado sin limitaciones (siempre y cuando nos baste con un f/2,8).

Traducción de José Luis Trullo